jueves, 4 de noviembre de 2010

Más allá de Selene. Prólogo (II).

 Y aquí esta la segunda entrega y el fin del prólogo. Estoy escribiendo el primer capítulo, dónde veremos por fin al protagonista en su salsa y espero que enganche mejor.
En otro orden de cosas, quería recordaros la encuesta que hay en la barra de la izquierda. ¡Votad, que no cuesta nada!
Un saludete



-Los niveles se han estabilizado, pero encuentro focos con mayor concentración. -Aldo ampliaba la imagen en su panel de datos una y otra vez.. -Lo paso por la pantalla principal.
-Si si, ahora lo miro, un momento. -Se giró hacia la mujer que tenía delante. Debía de estar en los treinta y tantos y era la mecánico de la nave. -¿Entonces todo está ya reparado?
-Si Yonlan, he repasado los fallos y la mitad eran derivaciones. El resto es lo habitual para un transporte de este tipo. -Setir se arremangó el mono de trabajo. Tenía calor y tanta ropa no le ayudaba. -Estate tranquilo.
-Bien. Llámame si ves algún problema.
Se volvió hacia la pantalla, dónde el esquema de Aldo era visible. Comprobó que efectivamente había una organización, que en absoluto parecía natural. Le recordaba a algo que ya había visto antes. Pero no era capaz de retenerlo en la memoria. Esa disposición regular de acumulaciones energéticas tenía una razón.
Una luz roja se encendió desde el panel de datos. Aldo miró y llamó inmediatamente a su jefe.
-¡Los nodos han entrado en erupción! -Gritó en cuánto escuchó el siseo de la radio. -¡Hay lecturas de plasma a alta velocidad!
-¿En erupción? ¿Y porqué gri...?
Un estallido silenció la radio y lo lanzó de cabeza contra los mandos, desestabilizando la nave. Quedó un momento aturdido, sin darse cuenta de lo que pasaba. Hasta que notó los siguientes impactos, que le trajeron a la memoria el recuerdo oculto.
Cuándo estuvo en la instrucción como oficial de sensores, la disposición geométrica de la energía significaba una organización consciente. En este caso, la que había visto era la de defensas. Defensas planetarias.
Se maldijo a sí mismo cuándo se dio cuenta. Con un gruñido se levantó y accionó la alarma.
-¡Subid al puente! -Espetó al comunicador. Se escuchó en toda la nave.
El puente era un módulo que se podía desprender en caso de emergencia. Y aquello lo era.
Sintió varios impacto más, mientras la nave se estremecía y quedaba atrapada en la influencia de Saturno, que tiraba de ella suavemente. Esperó a que llegaran. No se iba a ir sin sus empleados que también eran sus amigos.
Setir apareció en el puente. Había rasgado el mono de trabajo para hacerle un torniquete a Aldo, al cuál arrastraba y que se quejaba de forma lastimera.
-Tiene la pierna rota y se estaba quemando su ropa. Abajo las cosas están fatal, voy a necesitar mucho para arreglarlo. -Se quedó quieta y pudo sentir los temblores. Eran rítmicos. -¿Qué demonios está ocurriendo?
-Algo nos ataca. No sé como, pero parece que nos dispara con plasma.
-¿Eso se puede hacer?
-Ni idea, pero nos han derribado.
El carguero se acercaba cada vez a mayor velocidad al enorme planeta gaseoso. Fuera de alcance, ya no sufrió ningún impacto más, pero Yonlan lo tuvo claro. Accionó el disparador y el módulo se separó con un estallido, alejándose a gran velocidad del lugar.
-Titán nos atrae. -La trayectoria que había comprobado no sugería error. Se iban a estrellar contra el satélite.
-¿Cómo puede hacer algo así?
-Allá abajo hay alguien, estoy seguro. -Incapaz de idear una forma de escapar, giró y miró a Aldo. -Cómo está?
-De la pierna le salía bastante sangre... -Lo tocó y retrocedió. -Está muerto. No le he hecho bien el torniquete...
-Mierda.
-Lo siento Yonlan.
-Yo también, pero no tengo muy claro que vayamos a salir ninguno vivo de aquí.

Lentamente, la cápsula de escape se acercó al satélite, atraída por una fuerza desconocida, cada vez más rápido. Yonlan sabía que no podría escapar, pero al menos esperaba que les echaran en falta. Ese fue el último pensamiento que tuvo antes de que se estrellara contra la superficie.

3 comentarios:

  1. BUM
    ¿Sobrevive alguien? ¿O el protagonista llega a partir del capítulo 1?

    ResponderEliminar
  2. Ahajajajá! Pues aún lo estoy considerando la verdad.
    El prota de la historia llegará con la primera entrega del capítulo 1. Estos... bueno, estos eran el prólogo.
    ¿No te suena el nombre de Aldo?

    ResponderEliminar
  3. Acosando al Narrador4 de noviembre de 2010, 18:23

    Pues sí, la verdad. Todo un recuerdo del clásico.

    ResponderEliminar