viernes, 26 de febrero de 2016

Humo Navideño

-¿Te has enterado? -dijo, mientras terminaba de tejer su decimonovena bufanda-. ¿Lo de los niños y el Hombre del Saco?
-¿Qué ha hecho esta vez? -el tono de hastío era palpable, pero el primero lo obvió-. Y cuidado, que esta manta es algo larga
-Según cuentan, se está dedicando sistemáticamente a devorar niños menores de seis años vivos -comentó, en voz algo más alta para hacerse oír por encima del monótono ruido de los telares-. Es increíble hasta qué punto está dispuesto a llegar por traernos la ruina.
El de la manta suspiró. Echó un vistazo a su alrededor y pensó en que si el Hombre del Saco quería traer más ruina, debía esforzarse más, porque aquél sitio era lamentablemente ruinoso.
-Ya. Qué malo el Hombre del Saco, ¿eh?.
-Y que lo digas.
-Pero... Hay algo que no me acaba de cuadrar; ¿el Hombre del Saco no era más de secuestrar para matar a machetazos?
-No...
-Sí, claro que sí. Es lo que me dijiste la semana pasada. Y la anterior hacía descarrilar trenes -sonrió, intentando sacar la maldita manta del defectuoso telar-. Pero es gracioso, porque al Hombre del Saco hace tiempo que no se le ve hacer nada. Tanto, que hay quién dice que nunca fue tan malvado como cuentan. O que no lo fue en absoluto
-¿Quieres que se te lleven? Así es como consigues que se te lleven.
-Sin embargo, a Papá Noel lo han imputado por comer niños. Y secuestrarlos. Y machetearlos. Y hacer descarrilar trenes. Y aquí estás, trabajando para él, feliz de poder malvivir bajo su ala, temiendo que se me puedan llevar por expresar mis opiniones.
-Ah, bueno. Es que si lo hace Papá Noel, está bien.
-Luego te ofende que te tome por idiota.

lunes, 18 de enero de 2016

Seis años de Senda.

Wow.
Más de un lustro ha pasado ya desde que le diera la patada de inicio al blog y comenzara a publicar mis historias de forma más independiente que en los foros de NhI. Seis añitos en los que he escrito y publicado una cantidad de historias bastante amplia, a pesar de la caída en picado de los tres últimos años, especialmente, 2015. La verdad es que tres años de malos resultados de un total de seis no es como para tirar cohetes, pero al menos pude terminar algunas historias completas, lo que me deja a flote.

Pero 2015 ha sido la repanocha. No sólo he publicado poco, sino que además, apenas he escrito. Generalmente, a pesar de la poca actividad del blog, suelo escribir historias a falta de completar o cosas así, pero en 2015 no he escrito prácticamente nada. Sí, cosas de la partida de rol, algún relatillo corto y tal, pero ya está. Ni siquiera lo que he publicado le he escrito en ese mismo año, sino son cosas más antiguas que estaban esperando arreglos.
De hecho, la cosa ha sido tan chunga, que me ha costado hasta escribir mensajes de correo electrónico. Me he llegado a tirar más de seis horas para componer algo medianamente entendible.

Pero 2016. 2016 es el año. El año de qué, está por ver. Después de los dos últimos, casi me da miedo averiguarlo.

Un saludo a todos, gracias por leer.