domingo, 30 de mayo de 2010

Icusagora Riel. El principio (V).

 Bueno, nueva entrega de Icusagora. Creo que esta semana volveré a actualizar este personaje. Al 100% de mi audiencia le gusta más.


Icusagora colocaba sus cosas en sus caballos (uno era el heredado de Vercel), cuándo escuchó a Espinoso alzar la voz para que lo oyera. Pero no fue eso lo que percibió, sino el batir de un par de grandes y poderosas alas membranosas.
-¡Una sierpe!- Gritó al tiempo que se tiraba al suelo para esquivar las peligrosas zarpas del monstruo. -¡Corred a cubierto y no asoméis las orejas!-
La bestia, de casi doce metros de envergadura, había pasado rasante, con las alas a medio plegar para poder volar entre los edificios, y ahora trotaba con sus patas traseras, para ganar altura y realizar otra. Pero el aventurero ya había desenrollado la cuerda de su cintura y estaba atándola a un gancho que tenía colgando de las correas de su caballo. Comprobó que el bajito se había metido de nuevo en la posada, pero la chica estaba en la calle y corría hacia la sierpe.
-¡No seas estúpida y deja esto a los profesionales!-
Ya tenía el lazo corredero y el garfio adecuadamente preparado, sólo faltaba que el largo cuello pasara, que venía siendo lo más difícil desde siempre. Atrajo su atención lanzando un par de piedras a su cabeza y gritándole improperios hasta que lanzó una dentellada. La esquivó con facilidad y dejó que metiera su cabeza en el lazo. En cuánto la retiró ya la tenía atrapada, así que echó un vistazo a su alrededor buscando algún asidero dónde enganchar el garfio. Se maldijo mentalmente al recordar que se encontraba en mitad de una ciudad y no disponía de nada seguro donde afianzarlo.
Pero la sierpe no estaba por la labor de esperar a que se decidiera. En cuánto estiró el escamoso cuello y se dio cuenta de lo que pretendía, pegó un tirón haciendo que se desequilibrara, aprovechando para voltear con fuerza y mandarlo al primer piso de una casa adyacente.
Careila suspiró al ver a Icusagora desaparecer con sonido de cristales rotos y gritos varios. La sierpe acercaba su cabeza a la vivienda, descuidando el garfio que colgaba inerte de su costado, así que lo cogió con la izquierda, pasándose la cuerda por la espalda y manejándola con la derecha. Resopló al dar un fuerte tirón usando todo su cuerpo, acción que pilló desprevenida a la bestia y la lanzó con fuerza contra el barro de la calle. Trataba de reponerse irguiendo su cuerpo, pero la mujer, haciendo gala de una fuerza física impresionante la mantenía en su sitio estirando de la cuerda. El monstruoso ser dejó de intentar vencer a la cuerda y se lanzó al ataque con siseo fulminante, pero Careila ya estaba preparada para aquello. Dio un rápido paso a la izquierda y con el mismo movimiento de desenvainado hirió a la criatura en el cuello, enfureciéndola. Lo que no se esperaba es que en lugar de atacar de nuevo con rabia, se irguiera
de pronto, desequilibrándola y haciendo que trastabillara. Y ahora, con la guerrera caída de rodillas, desentendiéndose de la cuerda con cuidado para no recibir daño del garfio, se preparaba para dar una dentellada mortal.

jueves, 13 de mayo de 2010

Folgore III

 Toma ya pedazo de vacilada que me he marcado. Poco a poco esto va tomando cuerpo, y la historia comienza a encauzarse por donde quiero.



Folgore surcaba el cielo. Venía desde los Alpes, y disponía de bastante rato libre. Era un fin de semana muy tranquilo, y había decidido dar un día más de tranquilidad a sus trabajadores, para que tuvieran un puente más largo, y pudieran disfrutar de él. Y el héroe tenía pensado dar una vuelta. Siempre le había gustado volar, y desde que ganó la lotería había podido aprender y disfrutar de su propio avión. Una antigualla. Para él, un verdadero tesoro de los años 40. Pero el equipo de Folgore le permitía una libertad con la que nunca habría soñado. También disponía de un maravilloso sistema de detección cercana gracias al cual pudo localizó los seis objetos que se movían a altas velocidades en su dirección. Estaban unos tres kilómetros más arriba, y se trataban de cuatro objetos pequeños, y dos más grandes. Giró para encararlos, y se vio momentáneamente cegado por el Sol, aún cuándo las lentes adaptables hicieron su trabajo. Por suerte, el HUD le dio la posición exacta, hasta que tuvo línea visual clara. Eran cuatro figuras, de aspecto humano, perseguidas por dos cazas, identificados por la computadora como aeronaves de la Fuerza Aérea Suiza. Si no conseguía alcanzarlos a la primera, no podría seguirlos. Interceptó sus conversaciones. Al parecer, una de aquellas figuras era perseguida por otra, que a su vez estaba seguida de cerca por dos más. La primera había provocado un accidente gravísimo en Rusia, atrayendo la atención de la segunda. No sabían porqué llevaba otras dos pegadas, pero el mando había ordenado derribarlas cuando entraron en espacio aéreo suizo, provocando alteraciones y peligros para los vuelos nacionales e internacionales.
-F-18 de la F.A.S. Aquí Folgore, superhéroe.- No tenía ni la menor idea de cómo se debía proceder en esos casos. -Por favor responda.-
-Copio Folgore. Abandone la frecuencia y el área.-
-Por favor, quiero ayudar, pero no los alcanzaré, y apuesto a que vosotros no habéis sido capaces de derribarlos con vuestros sistemas. Preciso transporte.-
-Ningún civil...- Comenzó. Pero no terminó. -Folgore, el mando me indica que tiene vía libre. Proceda.-
Se agarró a un misil Asraam confiando en que el piloto no hiciera uso de ese arma en ese momento. Los sistemas telequinéticos lo anclaron a él, y se pegó todo lo posible para no molestar.
-Necesito que los adelante, y que a unos 1000 metros por encima suyo se mantenga para darme tiempo.-
-Copio.-
El caza aceleró de forma brutal. Apagó el propulsor, y dejó que los potentes motores del Hornet hicieran su trabajo. Esperaba sinceramente que el traje aguantara, pero no estaba seguro. Nunca habían probado el efecto de esas velocidades, y ya podía sentir el dolor de cuello, la compresión provocada por el aire y la velocidad. Estaba a la altura esperada, y cuándo lo vio claro, dijo un escueto “Adiós”, y desenganchó, escuchando el terrible estampido sónico que le martilleó lo oídos casi al instante. Aturdido, trataba de mantener la dirección en pos de las figuras, pero le era muy difícil. Mentalmente, mientras decidía las nuevas mejoras que debían hacerle al equipo, encendió los propulsores acelerando en el picado para interceptar. 

lunes, 3 de mayo de 2010

Probando otra plataforma.

Hace relativamente poco, descubrí una plataforma parecida a Blogger, diseñada para alojar webcómics (en habla hispana principalmente), al estilo Smackjeeves.com. Bien, se llama Subcultura de la que recomiendo que leáis algunos cómics, como pudieran ser Eatatau! dibujado por Darius quien también dibuja Gtffoff en SmackJeeves. Muy recomendables. Ambos. En fin, no se trata de recomendaciones de lo que hablo, sino de que voy a dedicarme a publicar paralelamente tanto en subcultura como en blogger, para comprobar cuál de ambas me gustan más, y si alguna vez me decido, "abandonar" la peor parada. Aunque con el enlace oportuno para poder continuar con la lectura para los que vengan después.

Nuevo Blog.

Un saludo.


P.D: Me queda poco para publicar nueva de Folgore!