viernes, 4 de enero de 2013

Sobre la mala suerte.

2012 ha sido un mal año. No del todo, han habido cosas que compensan con creces toda la mierda del resto del año (aunque mi cuerpo no está de acuerdo, pero bueno), como el nacimiento de Carlos, mi primer sobrino y que nos alegra los días (Carlos es la estrella, pero he conocido a gente genial y me encanta, pero en serio, imaginad el año para pensar que ha sido malo).
Pero en general, no ha sido muy buen año, a pesar de esas cosas. El trabajo va a peor, no he podido escribir todo lo que quisiera y encima sigo enfermando con facilidad, cosa que así, nunca me había ocurrido (mis migrañas son crónicas, pero nunca había pillado tanto catarro, traqueitis y mierdas de esas). Como buen rolero, soy supersticioso, pero siempre he querido a pensar que era cosa del azar, unas veces se gana y otras se pierde. Pero claro, entre mis tiradas anormalmente malas, la racha que llevo desde 2010 y lo que ocurre hace poco... Empiezo a pensar que hay algo más. Que la mala suerte me ha pillado por los huevos y no parece que me los vaya a soltar.
Entre los sucesivos accidentes que he ido teniendo (alguno de esos serios que al final nada pasa), hoy he tenido dos especialmente jashondos:
La puerta de mi armario se ha caído. Encima de la mesa de mi ordenador, donde está mi flamante y muy querida pantalla de 24 pulgadas FullHd que te rilas por la pata de abajo. Si me quedo sin pantalla me suicido, en parte porque no tengo otra y en parte porque fue un regalo que me encanta. Por suerte, la puerta ha frenado contra mi cabeza, arreandome un sartenazo interesante, aunque no demasiado doloroso (lo que me ha dolido ha sido el orgullo, porque llevo más de un mes pensando en arreglarla y procastinando brutalmente).
La segunda, ha sido más graciosa que peligrosa, en parte porque no ha pasado nada. He conectado un destornillador eléctrico a su cargador para atornillar de nuevo la puerta y al poco de empezar he comenzado a oler a quemado y al mirar, resulta que el enganche soltaba humo. Y al retirarlo el borne estaba chamuscado. No h a pasado nada porque lo estaba usando, pero había pensado dejarlo cargar un poco y aprovechar para hacer otras cosas. Menos mal.

Con esto lo que quiero decir es que es lógico pensar que sólo es una racha, ya que no hay pruebas que indiquen que vayas a ir mejor o peor por hacer o dejar de hacer ciertas cosas. No estoy yendo a peor por no haberme tomado las uvas (hace como dos años que no las fallo y fíjate), o por haber brindado sin líquido en el vaso ni estoy yendo a mejor por levantarme con un determinado pie por la mañana, echar sal por encima de mi hombro o tocar madera.
No sé si pensar que es normal, que una mala racha la tiene cualquiera, o que me ha mirado un tuerto (igual es que al mirarme en el espejo... no sé). En todo caso, empiezo el año de "la mala suerte" con mal pie, aunque con mejor humor de lo esperado. En todo caso, este año, si no por la crisis sí por huevos ha de venir mejor. Pretendo ir a por todas para dedicarme a lo segundo que más me gustaría hacer, en vista de las opciones de trabajo que hay y estoy muy animado.


Como primer post del año es un poco pobre. Esperemos que el nivel aumente.

1 comentario:

  1. Te dejo con unas palabras de Sófocles:
    En "Áyax": ... el contemplar las desgracias propias, en las que nadie más ha intervenido, causa enormes dolores.
    En "Edipo Rey": Afirmo que incluso las aflicciones, si llegan felizmente a término, todas pueden resultar bien.
    Y mucho ánimo. A ver si este año nos resulta al menos un poquito mejor que el anterior.

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