martes, 24 de noviembre de 2015

El Sindicato de Soldados Profesionales

No sé si recoradeis las entradas anteriores sobre partidas de rol online y toda esa murga que pongo últimamente en lugar de seguir escribiendo.
Entre otras cosas, ando trabajando en algunas organizaciones como la que traigo a continuación, aunque no todas son organizaciones paramilitares. La idea es disponer de unas cuantas que puedan atraer a los jugadores a sumarse a sus filas.
Lo que me falta por terminar, es añadir una pequeña historia sobre su formación y su adaptación a los nuevos tiempos que corren por la Galaxia.

 

Sindicato de Soldados Profesionales, vulgarmente conocido como Sindicato de Mercenarios.
 

El Sindicato: Dispone de centros de formación, naves y navíos propios e incluso fábricas de equipamiento y armas. No forman una facción, ni se posicionan con la que mejor pague. Su tarea en la galaxia, es asegurarse de que sus afiliados estén entrenados, dispongan de lo que necesitan y sobre todo, tengan trabajo y lo cobren. Si un solicitante necesita a cincuenta mil mercenarios para realizar una maniobra determinada contra un grupo enemigo, enviará un pedido con las condiciones del trabajo. A continuación, los expertos del SSP elaborarán un contrato en base a dichas condiciones y lo remitirán al solicitante. Si este acepta, serán seleccionados los cincuenta mil soldados en base a las necesidades del trabajo (por ejemplo, si necesitan buzos, pilotos, soldados de superficie, especializados en el abordaje o una mezcla de estos). Incluso, si se diera el caso, podría incluso movilizar algún navío de transporte de gran tamaño propio, que suelen servir de base avanzada y puesto de artillería. Esto no es algo habitual, pero si el empleador solicita una gran cantidad de efectivos, se incluiría en los costes el desplazamiento de la nodriza y los transportes de desembarco más pequeños.
 
Su organización: Hace siglos que fue creado, pero su organización apenas ha variado, más que para adaptarse a los tiempos.
 
Militar: Toman mucho de ejércitos para poder hacer valer una cierta disciplina en batalla, destinada principalmente al buen hacer de sus miembros y a su supervivencia. Así pues, un recién afiliado, comenzará siendo un recluta. Sepa lo que sepa antes de llegar allí, debe pasar el mismo entrenamiento que todos. Una vez terminado el entrenamiento con su equipo estándar (o después de haber estandarizado el equipo que trajera), pasa a ser soldado profesional (soldado a secas, generalmente) y de ahí podrá obtener ascensos como en un ejército normal; ya sea mediante méritos propios o realizando los distintos cursos que ofrece el sindicato. En el aspecto militar del sindicato, no hay nadie más por encima de los varios generales (a general se llega como todos, desde abajo) que controlan las grandes operaciones o aconsejan qué compañías enviar a qué misiones. Generalmente, no se meten en la parte civil del sindicato, aunque ha habido ocasiones en las que han prestado una inestimable ayuda en ese apartado. Fuera de las operaciones, esta jerarquía deja de tener efecto y no tiene poder real, aunque hay algunos que la mantienen por respeto a sus compañeros (P.Ej: Un comandante que haya combatido codo con codo con la tropa, un capitán que los haya salvado, etc…).
 
Civil: El puesto de mayor responsabilidad lo ocupa el presidente del sindicato, que ejerce de cara pública y portavoz, así de ser el jefe de la entidad. En la junta lo acompañan el secretario, el tesorero y un comisario general.. A estos puestos, sólo se puede acceder mediante votación popular, estar afiliado como mínimo quince años en el sindicato y pasar una prueba psicoelectrónica para valorar si el aspirante es adecuado para el puesto.
El secretario se encarga de registrar lo ocurrido en las asambleas y de mantener estos registros a salvo. Además, es el máximo responsable de la biblioteca de la sede del sindicato, en la que aparece la historia de la propia organización, entre otras cosas. No considero necesario decir que tiene cientos de empleados que le ayudan en dicha tarea.
El tesorero mantiene las cuentas saneadas y se encarga de que todos los pagos se realicen en el tiempo convenido y sean correctos. Maneja ingentes cantidades con la ayuda de sus empleados directos, que son unos pocos en los que confía completamente. La razón de esta confianza es sencilla; los últimos que intentaron robar a los afiliados del sindicato no llegaron a ser atrapados por la Ley, sino por los propios afectados, a los que las leyes galácticas en ocasiones parecen no afectarles.
El comisario general es una de las figuras más importantes y queridas por los mercenarios. Antiguamente comisario de combate, o de operación, se encarga principalmente de atender las quejas de los afiliados y resolverlas de cualquier manera. Hay poco que no pueda hacer un comisario general por su gente (y su gente se cuenta en millones).
Además, en las distintas sedes, hay expertos en muy diversas materias, destinados principalmente a proporcionar asesoramiento, consejo y directamente indicar cuál es la mejor forma de proceder respecto a algo.
Un comisario de combate o de operación, vela para que los derechos de los soldados profesionales se mantengan y que las condiciones del contrato se mantengan. Tienden a ser antiguos combatientes, que tienen demasiada edad para continuar luchando continuamente, pero se niegan a apartarse del trabajo. Acompañan a los mandos, están atentos a sus decisiones y les recuerdan cuando están tomando las decisiones equivocadas. Son muy respetados por la tropa, pues ven a los comisarios como ángeles guardianes. No suelen acompañar a los mandos en solitario y en absoluto lo hacen desarmados, pues harán valer las condiciones del contrato ya sea mediante la directa intimidación, el chantaje o el secuestro y toma de rehenes (generalmente, los propios mandos). No es habitual que esto pase, ya que enemistarse con el SSP suele traer como consecuencia no poder alquilar nuevos mercenarios al sindicato y en muchas ocasiones, que otras entidades similares decidan hacer lo mismo. En contratos pequeños (menos de 5 desplazados, generalmente) no se suele enviar un comisario, así que se designa al veterano para que ejerza como tal).
En cada operación, además del comisario, suele acompañar al grueso de mercenarios un número de administrativos, que varía dependiendo de la envergadura del contrato. Para los menores, es posible que ni siquiera vaya ningún personal civil y símplemente el papeleo lo lleven a cabo los propios soldados.

 
El afiliado: Un aspirante a soldado profesional ha de tener la edad mínima legal (o la edad mínima legal para trabajar con consentimiento de sus tutores legales) para afiliarse al sindicato. Una vez afiliado, sea o no profesional ya del ramo, ha de pasar un ciclo de entrenamiento (que sirve tanto de entrenamiento como para testear las capacidades de cada afiliado) y durante dicho ciclo, usará el equipo estándar (o, si aporta uno propio, estandarizarán el suyo). Además, dispondrá de alojamiento y alimentación (y lo que pueda necesitar para el día a día normal). Todo esto está incluído en la cuota de afiliación y al principio, por falta de liquidez, se suele pagar con los primeros contratos (reteniendo un tanto por cien de varios sueldos). Una vez alcanza el estatus de soldado profesional, un mercenario afiliado puede elegir entre los contratos que el sindicato recibe y recomienda para sus socios (mientras se es recluta, si no se disponen de otros ingresos, el afiliado depende enteramente del sindicato). Una vez selecciona un contrato, puede elegir entre ser transportado en una de las naves comunitarias hasta el lugar de trabajo o ir en la suya propia. Generalmente unos cuantos contratos permiten a un soldado profesional pagar las cuotas que adeuda con el sindicato y disponer además de una buena base económica.
Entre las ventajas ya citadas (entrenamiento, comida y alojamiento en caso de necesidad), el sindicato provee de estas otras:

 
Seguro médico: El seguro médico de un mercenario es complejo y el del sindicato no podía ser menos. No cubre prótesis especialmente complicadas o que requieran una remodelación seria del cuerpo, pero pagará cualquier hospitalización y tratamiento que sufra el asegurado y cualquier prótesis únicamente sustitutiva.
 
Pensión: Un depósito a interés fijo controlado por el tesorero provee de las pensiones para todos aquellos que o bien alcanzan una edad para retirarse, dejan dinero para su familia, o para alguien en particular. En ocasiones, se han llegado a entregar cuantiosas cantidades a mercenarios miembros, amigos de los fallecidos. Esto ocurre porque no todos tienen familia a quién dejar dinero.
 
Cobertura legal: El SSP se caracteriza por un inicio tumultuoso, que siguió una regularización y una necesidad de disponer un buen aparato legal. Si los soldados profesionales dan guerra en campos de batalla, la legión de abogados que trabajan para el sindicato dan guerra en los juzgados. Durante la república tenían una importancia mucho mayor, pues las leyes solían respetarse más, pero durante el imperio su calado ha decrecido. Aún así, la mayor amenaza que puede poner sobre la mesa una organización con millones de soldados profesionales afiliados, es la de un gran número de abogados duchos en el tema que tratan.

Transporte, equipo, armamento y en general, cualquier cosa que pueda necesitar para el desempeño de su trabajo: Cualquier pedido dentro de unos límites aceptables será satisfecho sin coste adicional, a excepción que el pedido sea de algo que ya disponga.

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