lunes, 19 de abril de 2010

Icusagora Riel. El principio (III).

 Nueva entrega de Icusagora Riel. Espero que os guste.

Icusagora se encontraba en una taberna. Como todos los héroes de alquiler antes de emprender una aventura llena de peligros, enemigos, amigos, romances ocasionales y algún dragón; se sentía malhumorado por alguna cosa. A saber cuál, pero el asunto es que estaba malhumorado y su cara dejaba trascender su enfado. Observó con furiosos ojos a los dos desconocidos que entraron en ese momento. Una era una hermosa mujer de hermosos ojos verdes, y a juzgar por su busto, un par de hermosas tetas, tal y cómo lo pensó nuestro héroe. O antihéroe. La otra persona se trataba de un hombrecillo más bien pequeñajo, con cara risueña, nariz de boxeador y ojos de loco. Ambos se acercaron a la barra, y entablaron algo de conversación con el tabernero. Como pudo observar el aventurero, pasaron un par de monedas de oro en su dirección, y él terminó señalando a la mesa dónde se encontraba. Rápidamente trató de recordar el lugar en el que podría haber visto ese par de caras. No le sonaban de nada, así que mientras se acercaban, con su rápida mente, estableció que no eran de ningún cuerpo de guardia ni estamento de seguridad. Así que debían de ser cazarrecompensas.

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