lunes, 28 de junio de 2010

Llevando la negra...(El retorno del Vago)

Voy a crear una sección sólo para disculparme. Bueno, esta claro que Icusagora esta semana no llega. A pesar de mis optimistas palabras del post anterior parece que me he derribado. No tengo flaps, el tren de aterrizaje no despliega en su totalidad y mi tripulación anda herida.
Dicho en cristiano, estoy diciendo que tan bien que estaba escribiendo, me he quedado atascado en la narración. Evidentemente, esto puede significar una semana, dos o más incluso de sequía. Icusagora y Folgores son dos de los afectados, así como un Spin-Off del relato sobre star wars que llevo escribiendo desde hace año y medio. Aprovecho y pongo un enlace al relatillo, que tal vez vea de nuevo la luz, tras un periodo similar de pocas ganas creativas (escribo uno, me aburro, escribo otro...). Aqui para leer. No dejéis de curiosear por las Crónicas Hispanas de este foro de Star Wars Galaxies, pues hay además de alguna cosa más de las mías, la historia de dos personajes nada desdeñables. Os recomiendo que las leáis. Se trata de las historias que teje Lord Reinhart y son una maravilla. Estas mejor leerlas en la wiki de las Crónicas Hispanas, que encontraréis entre los botones del foro.

Bueno, termino el post añadiendo que hoy hemos tenido una estupenda partida de rol (a pelota y lameculos no me gana nadie.) que mi buen amigo Narrador nos ha dirigido hoy, con sorpresa mayúscula a la hora de comer (¡¡¡Mi espadaaaaa!!! ¡Esta no te la perdonooo marditooo! ¡Mi Hackmas...! Ehm...) y berenjenal habemus a la hora de recoger. En fin, nadie dijo que ser aventurero era fácil.
En su blog Los chismes del Narrador, podréis encontrar notas y cosas muy interesante sobre el pedazo de Universo que ha inventado, como por ejemplo mitología y lengua (que viene perfecta para cagarse en la gente) y en el del Año de los dos Imperios, directamente nos habla de las partidas y del sistema de dado de 12. El laureado. Aunque hoy haya sacado 5 pifias y muchos doses. Ejem.

Bueno, y hasta aquí esto. Si me quedo atascado demasiado, prometo actualizar cada semana para mantener el blog vivito y coleando. Aunque sea sobre la llamada de apareamiento de la rana Gustavo.

jueves, 24 de junio de 2010

¡Un año Pandémico!

Buenas nenes. El día 22 de Junio los compañeros de Mundo Pandémico (en el que tuve una cortísima trayectoria), cumplieron un añito. Así que además de felicitarles, y no por iniciativa propia, les envié un pequeño artículo por las celebraciones. No soy el único, así que en el blog habrá lluvia de estrellas (o viejas glorias) esta semana. Os recomiendo que os paséis y leáis un poco.

El nuevo capítulo de Icusagora va a Mach 1 y el de Folgore ha tomado en forzoso pero está sano.

En breve nueva actualización.

Un saludeteee.

sábado, 19 de junio de 2010

Icusagora Riel. El principio (VII).

 Para disfrute (espero) de mi lector habitual, vuelvo con algo más del aventurero favorito de las sierpes con ganas de bronca.


Despertó en su habitación, en la posada dónde se había alojado los últimos meses. Le dolía todo el cuerpo terriblemente y no avistaba ni un poco de tabaco amarillo para fumar. Siempre le calmaba el dolor en cuánto daba algunas caladas a los cigarros aquellos y si les daba algunos más entraba en un estado de felicidad absoluta. Aunque la resaca provocada por la droga era horrible, probablemente no sería mucho peor que la molestia de su cuerpo roto.
Alguien abrió con suavidad la puerta y echó un rápido vistazo dentro. Un pequeño, nervioso y sudoroso mediano dio varios pasos en su dirección esgrimiendo una vara más larga que él mismo. Detrás venía con aire curioso Careila, seguida por Espinoso que parecía enfadado.
-Bueno, bueno, bueno. Mi buen amigo, creo que ya es hora de que deje de provocarse esas horribles lesiones. No le van a hacer ningún bien.- El mediano, que respondía al nombre de Plétoq, era curandero itinerante. Había permanecido en aquel lugar por la afluencia de trabajo y había curado de sus heridas tanto a Icusagora como a Vercel.
-Vale. Reconozco que me pone cachondo que la sierpe más grande que he visto jamás me use para atravesar paredes.-
-Reconoce que no es la primera vez que te hieren por no estar atento.-
-¿Y en qué parte consideras que sea tal vez por exponerme a peligros que la gente normal rehuye con un entusiasmo que más quisiera ver yo para mí?
-En fin, ya sabes que mis curaciones divinas son limitadas, así que excepto lo más grave como lo tu bazo o el derrame pulmonar ya están arreglados, así como casi todos los huesos rotos. El resto a base de ungüentos y vendajes.-
-¿Alguna cosa más?-
-Bueno, que la curación la paga el alguacil.-
-¿Oh?-
-Ha decidido que ya que protegiste voluntariamente el lugar, hacerse cargo de tu recuperación era lo mínimo que podía hacer.-
-Oh.- Icusagora apoyó la espalda en la cabecera y sonrió. Se dio cuenta de que no estaban solos y con el mentón señaló a la silenciosa joven. -Ella también ha participado. Podríamos decir que merece una gratificación-
-¿Y yo?- Espinoso no esperó hasta que Careila dejara de hacer la leve inclinación de cabeza para decir algo. -Yo también estaba allí.-
-Tú cierra la boca.- El yaciente lo miró con ojos llameantes. -En absoluto estabas y si te atreviste a quedarte cerca, cosa que dudo, no trataste de ayudar en nada.-
-¿Me tratas de cobarde?- Comenzó, pero sin demasiada convicción.
-Si tontonabo. Eres un ruin y cobarde que ha permitido que su compañera luchara acompañada tan sólo por un desconocido. Cierra la puta boca antes de que lo haga yo por ti.-
Aquello ya eran palabras mayores. El pequeñajo miró a los dos testigos y tragó saliva. Tocó ligeramente la empuñadura de su espada y calculó sus posibilidades frente a un joven y herido aventurero. Los ojos de aquél despedían en verdad fuego, aunque tal vez sólo fuera una ilusión producida por el calor pegajoso de la estancia, el olor a cirujano y la hostilidad con la que había sido recibido.
-Yo... Yo te daré satisfacción cuándo gustes...-
-Silencio. Basta te he dicho. Me duele la cabeza y no dejas de agravar el problema. No me interesa siquiera concertar un duelo contigo, porque supondría una molestia y dudo que aparecieras a la hora de la verdad.-
-Pero...-
-Mi paciente ya te ha dicho que te calles.- Pocos medianos eran capaces de inspirar tanta autoridad con su vocecilla nasal. Pero éste podía y se servía de ello según la necesidad.
Espinoso dejó el tema. Careila miró a ambos hasta que centró su atención en el pequeño sacerdote de Lynne, que estaba realizando algunas curas y cambiando vendajes. Le echó una mano y trató de aprender.
-Bien, vale, ya está, ya podéis dejar de hacerme... ¡Eh, que eso duele!- La joven apretaba siguiendo las indicaciones del improvisado maestro. -Vale, vale. Ya dejo de quejarme. Pero por favor con... ¡Cuidadoooooo!-
-Umf. Te quejas más que cuándo te tuve que sacar la sanguijuela nomirana del...-
-Que ya dejo de quejarme. A la sanguijuela de las narices ni nombrarla.-
-¿Bueno, a dónde te dirigirás ahora?-
-Tenía pensado coger uno de los barcos que hacen la travesía hasta Mirina y probar suerte por allí. Tengo entendido que hay una plaga de vlux y se extiende por la zona. Y aquella ciudad parece ser el foco.-
-¿Sabes que tan sólo a quince millas al suroeste de ese lugar se encuentra Averno?- El mediano abrió los ojos de forma desmesurada. Careila le imitó.
-No tengo miedo a la entrada del Inframundo. Si es a lo que te refieres claro.-
-Bueno, todo el mundo sabe de dónde proceden los vlux...-
-Tonterías. No son ningún tipo de sabueso salido de los Nueve Círculos. Sencillamente, son experimentos alquímicos. Es la razón más plausible.- Se trató de rascar la barbilla, pero el brazo en cabestrillo no ayudaba. -Otra posibilidad que barajo es que las energías de Averno muten a las jaurías que se forman por el abandono de los perros. A todos los niños les encantan los cachorritos, pero claro, luego crecen y no hacen tantas gracias y son una boca más que alimentar.-
-¿Y el hecho de que puedan deberse a una mutación no te da mala sensación?-
-Si tuviera más alcance su poder, toda la ciudad habría sucumbido. No, los seres vivos se ven atraídos por las oscuras energías que desprenden, pero pocos vuelven.-
-La ciudad es una ciudad de vicios y pecado.-
-No me vas a convencer.-
-Bueno.- El mediano se giró a medias hacia la joven. -Esta silenciosa chica y yo hemos estado conversando y hemos decidido que te acompañaremos.-

viernes, 11 de junio de 2010

Folgore IV

Otra del superhéroe favorito de los suizos.




Lo llevaba persiguiendo desde que saliera de Smolensko a toda leche. Aquello se había convertido en una carrera a toda velocidad contra aquél capullo que había derribado un avión sobre la ciudad. Y sus dos compañeros se habían sumado a la fiesta poco después, pero ni ellos podían alcanzarla, ni ella podía llegar hasta el causante. Se cansaba y ellos parecían tan frescos como al principio. La llamaron loca al cortarse el cabello castaño cortito para que no le estorbara, pero ahora estaba contenta de haberlo hecho porque en combate podía resultar fatal. Pero tenía que encontrar un uniforme menos ajustado o iba a estallar de furia. No iba a conseguirlo, se cansaría y no lo alcanzaría... Pidió mentalmente un milagro mirando al cielo, suplicante.
Folgore había calculado una trayectoria decente para interceptar al primero y además se había enterado de lo ocurrido gracias a la televisión, que le había saltado a pantalla al detectar información sobre las cuatro figuras. Al parecer un vuelo de corto alcance había sufrido un ataque por el que va en cabeza y una heroína rusa lo perseguía. Los otros dos seguían siendo un misterio. Muchos muertos que eran responsabilidad del que tenía 500 metros más abajo. Ahora 300. Y ahora 50.
El impacto estremeció el aire a su alrededor. La rusa reaccionó dando un gran rodeo para ver mejor la situación. Una figura negro-amarillenta impulsaba sin tocar a su perseguido, mientras uno de los que le pisaban los talones volaba a su encuentro. El otro había aminorado para decidirse y pareció decidirse por ella. Ahora los vio mejor. Vestían colores chillones y portaban capas oscuras, además de figuras y símbolos extraños en su pecho. Sin dejar correr más tiempo encaró al primero con un sonoro puñetazo en la cara, sintiendo hueso y cartílago deshacerse bajo sus nudillos y lo estrelló contra su compañero. Algo estalló en el suelo y desvió la mirada hacia la blanca superficie.
Telequinesis. Siempre había querido mover cosas desde la distancia. Y ahora empujaba desde casi un metro de distancia a un metahumano vestido como un payaso de circo francés que volaba y a juzgar por la cara de tranquilidad, era bastante resistente. Lo hizo golpear contra la nieve de los Alpes, pero aquello no funcionaría, así que antes de que se asentara la nieve ya había golpeado tres veces a su rival y no había servido de mucho. Recibió una patada en el plexo solar que ninguna tela trenzada y reforzada con los mejores materiales pudo absorber en su totalidad y que desde luego dolió de forma endiablada. Cayó de espaldas, a unos 5 metros, retorciéndose y llevándose las manos al pecho mientras el otro se ponía en pie. Y se acercaba. Y lo cogía por el cuello. Y le decía algo en un idioma que no era ruso, pero que desde luego usó para insultar de una forma bastante baja. Y justo cuándo pensaba que iba a morir y que sus empleados iban a tener mucho que explicar y que proteger, apareció un ángel.

lunes, 7 de junio de 2010

Uops! Fatalidad!

Bueno, bueno. Parece que el buen inicio de semana se quedó en el lunes, porque el resto ha sido lo suficientemente estresante, calurosa y llena de insectos voladores nocturnos, como para no disponer de tiempo o ganas (cuándo tenía un ratito claro) de continuar con folgore (que le tocaba vaya). Y esta que entra no comienza demasiado bien, así que a saber si actualizo. Al menos pondré alguna cosilla para teneros entretenidos.

martes, 1 de junio de 2010

Icusagora Riel. El principio (VI).

 No os esperábais una actualización tan pronto verdad? MUEAJAJAJAJA.

Bueno, esto se debe a un par de cosas principalmente. Estoy contento porque la semana comienza bien y porque comienzo a perder algunos de esos molestos kilitos (que en mi caso son kilotones por la cantidad de material que defeco) y estuve ayer sorprendentemente ágil.

También es porque tardé un poco en sacar la nueva de Icusagora, así que me puse un poco las pilas. Espero que la de Folgore esté esta semana (a finales claro).


Algo estalló en la espalda de la sierpe, ardiendo con furiosas llamas amarillas. Gritando de dolor y rabia, el monstruo se retorció en un vano intento de quitarse la sustancia que la abrasaba. Pero estaba a punto de recibir alguna más. Icusagora, acababa de aparecer en la ventana por la que había entrado en la casa, lleno de cortes y golpes. A pesar de que no se había visto desde la calle, la habitación era la vivienda de una doncella de razonable cuna, que estaba siendo limpiada en ese momento por el servicio. Los sirvientes, ajenos como todos los sirvientes a la explicación de que una serpiente gigantesca con alas y ferocidad extrema lo había estrellado contra la ricamente elaborada cristalera, atacaron al intruso y posible raptor de su señora con verdadera saña. Hasta que éste, completamente contrariado por lo absurdo y escocido además de por los golpes, por los cortecitos que ya comenzaba a notar, desenvainó la espada rugiendo casi por encima del propio ruido de la batalla que se libraba en el exterior, haciendo que sus agresores corrieran despavoridos. Al asomarse pudo comprobar que la silenciosa mujer que había venido buscando a su protector muerto peleaba con verdadero arrojo contra la bestia. No esperó a que ella perdiera puntos en el combate; sino que con su  mano siniestra cogió una de las botellas que llevaba en la faltriquera acolchada y la lanzó en el momento que la abominación se estiraba para lanzar un mortal ataque. Y ya sacaba otra nueva para atacar otra vez. Lo hizo y pudo escuchar los berridos de dolor. Comprobó rápidamente su equipo para verificar que estuviera todo bien enganchado y saltó espada en mano a la calle. Rodó con arte y rodeó hasta encontrar a Careila, que lo miraba agradecida. Inclinó ella un poco la cabeza, gesto correspondido por el héroe. Ambos se posicionaron. Ella estaba a la derecha, con el mandoble en posición de guardia alta. A la izquierda Icusagora tenía la espada preparada. Inició el movimiento para coger la botella, pero la sierpe ya lo había advertido e identificado. Lanzó un postrer ataque, pero apenas lo comenzó quedó clavada en el sitio. Careila había lanzado el mandoble usando la inercia de dos giros sobre sí misma para hacerlo y lo había hecho con una extraordinaria precisión, porque acertó en el mismo ojo, atravesando la cabeza y matándola en el instante.
Icusagora se dejó caer de rodillas con un quejido. La mujer lo sostuvo de los hombros con fuerza.
-Ay...- Intentó hacer un chiste, pero no pudo. -Esa ijaputa me ha destrozado entero. Por los dioses, que alguien calle las campanas de mi cabeza.-

El máster ya se había despedido de dos de sus jugadores, que tenían prisa por llegar a una cena. Quedó sólo su fiel veterano, el que le había aguantado todas las campañas. Y que recientemente había perdido a su personaje, teniendo que hacerse uno nuevo.
-¿Qué te parecen los nuevos?- Estaba recogiendo los dados en bolsas individuales, dividiéndolos por colores. -Son relativamente novatillos, pero le ponen empeño.-
-Tío, la pava bien, porque si bien no habla mucho, hace cosas decentes...- El máster iba a decir algo, pero alzó la mano para que le dejara terminar. - ...pero el otro es un poco cobardica.-
-Bueno, ella estuvo jugando ya un poco y ha leído bastante sobre el tema de la interpretación.- Se bebió la Conga-Cola que tenía en el vaso de un trago para aclararse la garganta. -Por cosas que no tienes porqué saber, ella ha decidido que su personaje no habla. Así que si lo hace lo menos posible en la mesa de juego, logra extrapolar la idea y nos metemos un poco más.-
-Ha sido bestial cuándo ha declarado que lanzaba su mandoble. Y mejor cuándo sacaba el criticazo.-
-Sí, me ha hecho sentir como con los de “Alianza por Mandrak”...- Jugueteó con el cordón de la sudadera de calaveras que llevaba. -En fin, el otro dice que rolea, pero cree que lo que tiene que hacer es mantener a su personaje vivo y ganará. He visto personajes cobardes, pero puedo decir sin traicionar su confianza en mí, que no decía nada de eso en la descripción.-
-“Alianza por Mandrak” estuvo muy bien. Hasta que dejó de estarlo. Y el nuevo... En fin, ya veremos. ¿Dos semanas?-
-Dos semanas.-